Ármaga rompe con los tópicos abriendo sus puertas a la obra de personas en tratamiento médico con motivo del Día Mundial de la Salud Mental.
Por ANA GAITERO
En la contraportada de Diario de León 07/10/2015
Muchas veces se acercan a la galería Ármaga como público. Ayer lo hicieron como protagonistas, como artistas. Sin etiquetas. Con sus obras colgadas en las paredes de la galería y la música como compañía, junto al público que llenó la sala.
Los actos del Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra el 10 de octubre, arrancaron en el pasaje de la calle Alfonso V con la inauguración de la exposición artística colectiva de obras realizadas por personas que, por distintas circunstancias, se encuentran bajo tratamiento médico (psiquiátrico y/o psicológico).
Promovida por el Servicio de Salud Mental del Complejo Asistencial Universitario de León, el Centro de Rehabilitación Psicosocial San Juan de Dios y la Asociación Alfaem-Feafes León, la actividad ‘saca a la calle’ «la creatividad, la lucha, las reivindicaciones, las ilusiones, la incuestionable parte sana de las personas con las que trabajan y que no dejan de sorprenderles. No cedamos a los gastados tópicos», señala la psicóloga Mar Arias Sarmiento en la presentación escrita de la muestra. El periodista de Diario de León, Emilio Gancedo, fue el primero en derribar estereotipos y estigmas sobre los «locos» y la «locura»: «Es como si a toda la raza humana, unos extraterrestres que llegaran un buen día de Saturno nos llamasen Los Infectados, Los Mocosos o Los Estornudadores, porque, sí, padecemos, algunos muy frecuentemente, catarros, toses y gripes», subrayó tras preguntar si la sociedad adjudicaría esa etiqueta a creadores como Holderlin, Schumann, Van Gogh o Edgar Allan Poe que en algún momento traspasaron la delgada línea entre cordura y locura.
Gancedo reivindicó la creatividad, la curiosidad, la libertad… tan «decisivas para la condición humana que se muestran a veces descarnadas, pero elocuentes, en muchas de las personas» que siguen estos tratamientos, de las que tanto se puede aprender desde la ‘normalidad’, pues, como dijo Salvador Dalí: «La única diferencia entre un loco y yo es que yo no estoy loco». Y la integración de ambos mundos es un arte. La exposición se puede ver hasta el 10 de octubre en Ármaga (Alfonso V, 6).