El pasado 24 de Septiembre llenamos las paredes de la Galería Ármaga con el naÏf más luminoso y colorido de una de las artistas con más historia. Micaela Flores Amaya “La Chunga”.
Enorme agradecimiento a ella,“Chunga”, por la confianza siempre depositada en esta galería (especialmente Asunción Robles). También al entusiasmo en estado puro de haber traído su alma gitana a León, con su presencia en la Galería en la inauguración de la exposición.
La chunga regresó a la galería una vez más con obras donde predomina el color, la frescura y la naturalidad que ha sabido otorgar a todos los ámbitos de su vida.
Si pudiésemos en este momento dar un paseo por las calles populares de la Barcelona de mediados del siglo xx, quizá tendríamos la fortuna de cruzarnos en una esquina o a la puerta de un café a una muchacha menuda y descalza desplegando con una intensidad inusitada, la fuerza y la emoción de su baile gitano. Esta sería sin duda Micaela Flores Amaya, apodada la Chunga, quien desde muy pequeñita arrancó de su cuerpo un talento artístico, primero como bailaora y posteriormente como pintora, que deslumbró en principio a los intelectuales de la época y que se fue expandiendo posteriormente con carácter mundial.
Tal y como afirma Maruja Gómez Futuarte, “Arte grandeza y sabiduría la Chunga en su cuerpo tiene, viéndola bailar es un genio porque con sus pie descalzos tiembla de envidia el suelo, Arte que le regaló Dios para orgullo del mundo entero.
Gitana de bronce y sol funde la Chunga sus pies en el yunque del misterio de una alboreá de arte. Se desnudan los pinceles y se encienden los metales. Es guapa, artista y pintora, lo mismo baila pintando que encandila su mirar para pintar sus gitanas con alegría y compás”.
Puedes ver el catálogo completo de las piezas de su último exposición en la Galería Ármaga aquí
Biografía de Micaela Flores Amaya “La Chunga”
La Chunga ha compaginado durante toda su vida su actividad de bailaora con la de pintora. Desde que cogiese los pinceles por primera vez cuando ejercía de modelo en el taller de Francisco Rebés, casi por casualidad, curiosidad o aburrimiento, no ha cesada en su actividad. Fue a finales de los años noventa, cuando abandonó el baile de manera profesional, el momento en el que empezó a concentrar y volcar su talento creativo natural en la pintura.
En una ocasión, el torero Luis Miguel Dominguín invitó a la Chunga a verle torear, y entonces le presentó a Pablo Picasso. De aquel encuentro con el pintor, su mujer y su hijo, surgió la famosa frase del malagueño: “He necesitado 70 años para hacer lo que hace esta chiquilla”. Fue Picasso además quien calificó su pintura como “naïf luminoso” destacando la particularidad personal de su gama cromática. Además de los ya citados Rebés y Picasso, la Chunga conoció a muchos otros grandes pintores como Dalí, Miró, Guinovart o Viola, de los que se ganó su simpatía y admiración.
La Chunga reconoce que siempre priorizó su carrera como bailaora, aunque nunca dejó de pintar. Su primera exposición tuvo lugar en la galería Maruani de París en 1964, cuando solo contaba 16 años. Desde entonces, y con más profusión a partir de abandonar el baile, ha expuesto en distintos paises europeos, así como en las grandes capitales de España.
La obra pictórica de la Chunga llega a la galería Armaga de León en 2001, por primera vez, de la mano de Asunción Robles, galerista vocacional y profesional, que declara que el gusto por la pintura le vino de su madre. Influída por la galería Maese Nicolás y el buen hacer de Jaime Quindós, en los años 70 Asunción Robles decidió aprender el oficio en Madrid, donde trabajó una temporada en la galería de Ramón Durán que dirigía Amparo Martí.
En 1979 funda en León con una amiga la Galería Sardón, cuya aventura duró 18 años con un éxito notable. En 1998 abrió la galería Ármaa junto con su sobrina Margarita Carnero (que asumiría la dirección tras la jubilación de Asunción) apostando por nuevos estilos y talentos, por artistas leoneses emergentes y veteranos, pero también por grandes firmas contemporáneas.
Tras esta primera exposición, las pinturas naïf de la Chunga han regresado a la galería Ármaga en otras cuatro ocasiones, en 2006, 2009, 2015 y 2021.