Con el sensible entorno que nos ofrecen los bosques de JUAN RAFAEL, LA GALERÍA DE ARTE ÁRMAGA acoge este sábado 1 de octubre de 2016, a las 13 horas, la presentación de “TERRITORIO”, la última publicación del fotógrafo y escritor berciano CASIMIRO MARTINFERRE. El autor estará acompañado por David Rubio (director de La Nueva Crónica), Margarita Carnero (directora de la galería Ármaga) y José A. Martínez Reñones (editor de Lobo Sapiens).
“Ni siquiera sospechaba que el viaje se prolongaría durante toda la vida. Más aún, que no tendría tiempo de acabarlo. Territorio, demasiado Territorio. […]”. Con estas palabras inicia Martinferre el viaje al que nos invita a través de los relatos y fotografías que componen “Territorio”.
Una muestra de este trabajo se pudo contemplar en el otoño de 2015 en el Museo de León, donde el artista —”un robinsón de la cámara tradicional, de la película analógica, del alumbramiento en el laboratorio, del blanco y el negro primordiales”, en palabras de Luis Grau Lobo— colgó 22 fotografías analógicas en blanco y negro, reunidas en torno al título de “Territorio”, en las que se podían contemplar diferentes parajes del Bierzo y La Cabrera.
Para el director del Museo de León, Luis Grau Lobo, estas imágenes, “más allá de su emplazamiento concreto, son el territorio del fotógrafo: un paisaje locuaz, un gesto esquivo, anfractuosidades naturales y caprichos de la vegetación o el olvido, juegos de encuadre y guiños a recónditas fantasías, miradas furtivas, piedras en un arroyo… En todos los cuadros que vemos predomina el silencio, un mutismo de cosa eterna y al tiempo precaria que el blanco y negro despliega ante nosotros con apostura nueva y diferente. En todos ellos hay vida que detiene su palpitación para contemplarnos”.
:: Sobre Casimiro Martinferre
Según su propia nota autobiográfica: “Casimiro Martinferre empezó como fotógrafo en 1980. En aquellos primeros años expuso en los más variopintos ruedos de la contracultura, en un afán quijotesco de acercar su visión a los recalcitrantes bares, mesones, casas del pueblo, refugios de peregrinos, hogares del pensionista, instalaciones deportivas… e incluso colgó obras en antros de perdición como El Bosque o El Chigrín. Lustros después, frustrado por tal misión estéril, desertó al bando contrario, el del arte oficialista, el de la cultura instituida. En esos yermos del desencanto está, haciendo la calle en museos y galerías de arte. Es autor de los libros Diario de un montañero, Aires de xistra, Manuscrito de los brujos, Flores para mi funeral, y de este Territorio en el que intenta sintetizar las almas siamesas pero al mismo tiempo reñidas de unas montañas y unas gentes; la suya propia”.
Información relacionada:
- “Territorio”, un artículo de Noemí Sabugal en “La Nueva Crónica”
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