la Chunga ha compaginado durante toda su vida su actividad de bailaora con la de pintora. Desde que cogiese los pinceles por primera vez cuando ejercía de modelo en el taller de Francisco Rebés, casi por casualidad, curiosidad o aburrimiento, no ha cesada en su actividad. Fue a finales de los años noventa, cuando abandonó el baile de manera profesional, el momento en el que empezó a concentrar y volcar su talento creativo natural en la pintura.
En una ocasión, el torero Luis Miguel Dominguín invitó a la Chunga a verle torear, y entonces le presentó a Pablo Picasso. De aquel encuentro con el pintor, su mujer y su hijo, surgió la famosa frase del malagueño: “He necesitado 70 años para hacer lo que hace esta chiquilla”. Fue Picasso además quien calificó su pintura como “naïf luminoso” destacando la particularidad personal de su gama cromatica. Además de los ya citados Rebés y Picasso, la Chunga conoció a muchos otros grandes pintores como Dalí, Miró, Guinovart o Viola, de los que se ganó su simpatía y admiración.
La Chunga reconoce que siempre priorizó su carrera como bailaora, aunque nunca dejó de pintar. Su primera exposición tuvo lugar en la galería Maruani de París en 1964, cuando solo contaba 16 años. Desde entonces, y con más profusión a partir de abandonar el baile, ha expuesto en distintos paises europeos, así como en las grandes capitales de España.
La obra pictórica de la Chunga llega a la galería Armaga de León en 2001, por primera vez, de la mano de Asunción Robles, galerista vocacional y profesional, que declara que el gusto por la pintura le vino de su madre. Influída por la galería Maese Nicolás y el buen hacer de Jaime Quindós, en los años 70 Asunción Robles decidió aprender el oficio en Madrid, donde trabajó una temporada en la galería de Ramón Durán que dirigía Amparo Martí.
En 1979 funda en León con una amiga la Galería Sardón, cuya aventura duró 18 años con un éxito notable. En 1998 abrió la galería Ármaga junto con su sobrina Margarita Carnero (que asumiría la dirección tras la jubilación de Asunción) apostando por nuevos estilos y talentos, por artistas leoneses emergentes y veteranos, pero también por grandes firmas contemporáneas.
Tras esta primera exposición, las pinturas naïf de la Chunga han regresado a la galería Ármaga en otras tres ocasiones (sin contar la actual) en 2006, 2009 y 2015.
José Luis Gonzalvo