“Huellas en el camino”, la exposición de Pelayo Ortega que llena actualmente las paredes la galería Ármaga con su personal e intimista simbología.
En ella, el artista recurre a su habitual universo. Pero más allá de la pintura, también juega con otras texturas y formatos más innovadores. Ejemplo de ello es Celosía (2009). Emerge con desgarrador expresionismo gestual y plástico la valoración textural y volumétrica de la propia materia pictórica. La viscosidad, la densidad, el contraste, la suciedad cromática, así como la convulsiva y electrizante descripción del trazo se convierten en protagonistas de la composición. Es una presentación en la que podremos ver sus obras más actuales. Sin embargo, también hay otras de tiempos anteriores, remontándose a 2005. Además, hay obra expuesta ya como ese cuadro de Nueva York que expuso en la Galería Marlborough de Nueva York.
Se hacen presentes en esta exposición algunos de los símbolos más significativos de su trabajo. La silla, la escalera, el reloj, el caminante con paraguas, la figura solitaria o el pintor con pipa (estos tres últimos se podrían considerar como autorretratos). Señas identificativas de una pintura que incorpora el sentido narrativo y simbólico en un diálogo de sensaciones y emociones de gran exaltación expresiva y plástica.
“En esta sencilla pero emotiva muestra, integrada por algo más de quince piezas de plural técnica, soporte y formato, podremos aproximarnos a algunas de las huellas inéditas de su camino plástico. Todas ellas suponen un elemento necesario e imprescindible en una trayectoria artística secuencial y coherente, plena de energía vivencial, entregada a la creación esencial y pura. Son esos pequeños hitos del trabajo diario que se convierten en poderosos peldaños en la evolución del artista. Obras en las que podemos encontrar, sin duda, las estructuras y pilares subyacentes de su quehacer pictórico.”
Luis García Martínez, director del Departamento de Arte del ILC, en el catálogo de la exposición.
Fragmento del texto que acompañará el catálogo de la exposición.
El pasado 12 de Febrero El pasado 12 de Febrero se celebró en Ármaga la inauguración la exposición “Huellas del Camino”. En el acto de presentación se pudo ver a José de León o Amancio González.
-Sobre el artista-
Pelayo Ortega (Mieres, Asturias, 1956) reside y trabaja en Gijón. En esta ciudad estudió dibujo, pintura y grabado, en la Agrupación de Bellas Artes, y continuó su formación en la Escuela de Artes y Oficios de Oviedo y en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, ciudad en la que vivió entre 1975 y 1990. En su trayectoria fue importante también su paso por el taller de grabado de Dimitri Papageorgiu y su aprendizaje como copista en el Museo del Prado.
Reflexivo, simbólico, elocuente, nostálgico… Pelayo Ortega es un pintor de instantes y de vida que juega con los colores, pero también con la figura y la ironía. Para el crítico Guillermo Solana, en su pintura ha cultivado “una poética de la claridad”. Otro crítico que ha definido y defendido su obra es Juan Manuel Bonet, quien habla de una “pintura esencial”, de una pintura depurada hasta el extremo en sus colores y en sus construcciones.
Con 21 años, en 1977, Pelayo Ortega realizó su primera exposición individual en la Galería Atalaya, en Gijón. Desde entonces, en su extensa trayectoria figuran importantes becas y destacados premios de pintura. En 1998 firmó un contrato con una de las más importantes galerías del mundo, Marlborough, lo que le ha llevado a exponer en las salas de los diferentes países donde esta galería tiene presencia (Madrid, Nueva York y Mónaco). Gracias a ello, su pintura ha podido ser conocida y apreciada por grandes coleccionistas, así como comentada por los más reconocidos críticos.
Sobre él ha escrito Amalia García Rubí: “El lenguaje neofigurativo de Pelayo Ortega, un artista cuya carrera se ha hecho fuerte en España en las últimas décadas, ha evolucionado hacia una considerable simplificación de las formas y un lenguaje más directo que, sin abandonar el sentido metafórico y poético de sus imágenes, reduce éstas a una concreción semántica sin precedentes. Al mismo tiempo, el empleo de colores puros, la concepción matérica del pigmento y el sentido plástico del cuadro dan a la obra de Pelayo Ortega sus principales signos de identidad. (…) En las imágenes vibrantes y sencillas de este gran pintor subyacen breves versos entrecortados de donde asoman sensaciones y recuerdos casi siempre vinculados al lugar, a la tierra”.
Además de pintor, Pelayo Ortega es también ilustrador y grabador, y como tal ha colaborado en libros como La Indumentaria Popular de Asturias, de Luis Argüelles, y Semblanza de Gijón, de Francisco Carantoña (con este último trabajo ganó el Primer Premio Nacional de Edición, modalidad Bibliofilia). También ha realizado montaje de exposiciones, diseño de catálogos, y cartelería para el Festival Internacional de Cine de Gijón y para la Feria Internacional de Muestras de Asturias.