Después de veinte años de silencio pictórico, el artista leonés Luis García Zurdo reaparece en Ármaga.
Por MARCELINO CUEVAS
(Diario de León)
Luis García Zurdo ha estado durante los últimos veinte años recluido en la brillante oscuridad de su taller de vidrieras. Se ha enfrentado en laborioso silencio con la dureza del cristal y con el intangible juego de las luces y los colores. Cuatro lustros sin ofrecer a los leoneses una muestra de su obra pictórica, un tiempo que hoy termina.
El artista de la luz, el artesano con reminiscencias medievales, ha dejado a un lado el trabajo cotidiano, para volver a pintar cosas sencillas con un cierto acento de ingenuidad, pero con una fuerza extraordinaria y con una gama decolores maravillosamente jóvenes. Vuelve el mejor Zurdo, no el de los vitrales sacros, sí el de lo cotidiano, el que el capaz de caminar por la naturaleza con un bocadillo y un bloc de dibujo bajo el brazo, para ir plasmando todo lo bello que encuentra en su camino.
Explica el artista, embozado como siempre en su tremenda timidez, que en los últimos meses ha hecho una pausa en las vidrieras. «Me he tomado esta especie de pausa o respiro, para desarrollar una obra que refleje mi percepción de las cosas y vivencias que me rodean cotidianamente. Desde salir al campo para sentir el paisaje, hasta estudiar referencias artísticas o mirar las cosas sencillas con las que convivo. Y lo he hecho fumando tranquilamente mi pipa y acompañado de un relajante vaso de vino de nuestra tierra de León, que es el más apropiado para soñar», dice.
García Zurdo pinta y dibuja con más fuerza que nunca, con enorme vigor, con poderoso trazo. Y lo hace con enorme naturalidad, si él me lo permitiera, que no me lo permite, yo diría que lo hace con singular maestría. Hay en esta magnífica exposición que hoy presenta en Ármaga, collages, pinturas a la cera, técnicas mixtas… pero hay, sobre todo tres árboles de una belleza enorme. Esos tres dibujos que son como un torbellino de colores, como brillantes banderas al viento, ya justifican por sí mismas el regreso de este singular «artesano».
Un regreso que sorprenderá y con el que el artista que querido «salir de nuevo a la superficie -explica- para presentar una pequeña muestra de mi pintura y dibujos en color, dispuesto a compartirlo con todos y a asumir las opiniones de los espectadores, que siempre son constructivas». Se enfrenta Zurdo en esta nueva etapa de su ya larga carrera, con los poderosos escenarios de la naturaleza, pero también con las pequeñas cosas, con esos platos frugales y deliciosos con los que obsequia a quienes le visitan en su el corredor de su casa. El arte no está en las cosas, sino en la manera que el artista tiene de contarlas. Y el discurso de Luis García Zurdo se acerca mucho a la genialidad.
- Lugar: Galería Ármaga. Calle Alfonso V, 6. León.
- Horario: de lunes a viernes, de 12 a 14 y de 17 a 21 horas.
- Hasta el 25 de octubre.