Myriam Toledo (Roma 1968, Italia) licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid se especializa en Pintura y Grabado calcográfico, construida a base de vivencias en distintos paisajes. Filtra su interior, transmite recreando mediante el color, líneas y texturas su tránsito, su búsqueda del sentido de la Vida.
Además de artista plástica es docente, perteneciendo al cuerpo de Profesores de Artes Plásticas y Diseño impartiendo clases de Dibujo Artístico y Color en estos momentos en la Escuela de Arte n3 de Madrid.
En el proyecto expositivo “Attraversando il Bardo”, presentado en la Galería Armaga de León, se articulan esos paisajes inciertos, sus habitantes, formas orgánicas mutantes y pulsantes que transitan por el devenir del Bardo. Paisajes recuperados de la memoria ancestral, realizados casi en un acto de meditación, en un acto obsesivo, repetitivo de tránsito y movimiento. Obras que ahora toman más importancia, casi como premonitorias y sanadoras de soledades y pérdidas, de encuentros y esperanza.
Los instantes representados, a veces tienen lugar fuera del espacio visible, dando pie a la recreación única y personal del espectador, que dejándose llevar en relación cromática de líneas y formas, nos intenta llevar a la contemplación activa y añoranza de otra dimensión.
Las obras presentadas son de distintos formatos desde el pequeño e íntimo, hasta el gran formato, absorbente. Son una muestra de las distintas dimensiones compositivas en las que se mueve Myriam Toledo para la catarsis creativa.
El pequeño formato, da pie al ensimismamiento meditativo, a la búsqueda tranquila de paisajes imaginarios habitados del Bardo.
Se emplean sobretodo técnicas mixtas sobre el papel, que acoge con calidez el grafito, el pastel y el collage entre otras. Las obras de medio y gran formato sobre tela, absorben la importa del gesto, del esfuerzo físico realizado, de las luchas internas y externas y por su dimensión las hace más cercanas pudiéndonos introducirnos para continuar el viaje.
Siempre, buscando compañeros de viaje, a los cuales extender la mano, esa mano que ya no puede abrazar para asirse con fuerza.