Casimiro Martinferre (León. 1960) empezó como fotógrafo en 1980. En esos primeros años, expuso en las más variopintos ruedos de la contracultura, en un afán quijotesco de acercar su visión a los recalcitrantes: bares, mesones, casas del pueblo, refugios de peregrinos, hogares del pensionista…
Después de una larga trayectoria en la fotografía en blanco y negro la obra de Martinferre puede encontrarse en publicaciones como “Diario de un montañero”, “Aires de xistra” o “Manuscrito de los brujos”, entre otros.